miércoles, 10 de septiembre de 2008

Presentación



Hace décadas que estamos bajo el yugo –que duda cabe- de una industria televisiva que no repara en esfuerzos ni en capitales, para subordinarnos al más mediocre burdel de imágenes y sonido. Aun así, todo parece aceptable y de hecho hasta nos acostumbramos. Noticias intervenidas en lo político y en lo económico, farándula en una vitrina exponencialmente descubierta, estigmatización de sectores populares, persecuciones policiales en vivo, redondeces y siliconas al por doquier -dejando al desnudo una burda utilización de la imagen femenina-, entre otros. Esto a toda hora y todos los días. Peor aún… en todos los canales.

Pero conformamos sólo con la idea primaria de que los grandes canales de televisión, son los responsables absolutos de la televisión basura, es conformarnos apenas con una mirada simplista, donde se necesita algo más de intuición y sapiencia.

Enrique Lynch, connotado intelectual de origen argentino, actualmente radicado en España, comenta en su libro La Televisión: El Espejo del Reino: “Henos aquí con un instrumento único para sondear nuestra ignorancia colectiva o nuestro esplendor, una herramienta insustituible para determinar el verdadero estado de las cosas de nuestras sociedades”.

Si “el verdadero estado de las cosas de nuestras sociedades” se refleja en lo que vemos a diario en pantalla, la cuestión es entonces realmente preocupante. Porque basados en antiguas estrategias de marketing, lo que han hecho, y siguen haciendo las productoras televisivas, es tan sólo estudiar a sus televidentes. Saben cuales son sus inquietudes, pero por sobre todo: sus debilidades. Y así como un fabricante de papel higiénico inserta en el mercado un papel “más suave”, con una maquinaria publicitaria que logra convencer al cliente, así también el productor de televisión lo hace con sus espectadores. Y estos últimos sumisa y fácilmente, seden.

Si este “instrumento” (la televisión) sondea nuestra ignorancia colectiva, entonces pareciera que tocamos fondo. De nuestro “esplendor” ni que hablar. Es tan ilusorio como ridículo.

En la génesis de un medio de comunicación alternativo, suele aparecer como primera interrogante la línea editorial del mismo. En Santiago Nor TV (canal 3), respondemos concretamente a esa interrogante: queremos ser una antítesis a los grandes canales de televisión.

Creemos que es importante, pero por encima de todo fundamental, llevar a cabo este plan cimentando nuestras bases comunicacionales, en todo aquello que es desterrado de la televisión abierta. Aquellos elementos propios del diario vivir de los habitantes de sectores populares (en este caso el barrio norte de Santiago), no sólo resultan pintorescos a los ojos de estas cadenas televisivas, si no que también son ignorados en su forma y en su origen.

Santiago Nor TV pretende capturar esos elementos barriales: noticias comunitarias, arte callejero, cultura, tribus poblacionales con intereses varios, denuncias vecinales, periodismo investigativo sin colores políticos, deporte.

No queremos sólo “entretener”. Queremos que lo que se vea en nuestra pantalla, active dispositivos de juicio en los televidentes que ayuden a que nos reconozcamos como individuos y sujetos de derecho. Por lo mismo, nos negamos completamente al sometimiento de partidos políticos o a recursos financieros que apunten a la misma cosa.

Hacemos un llamado abierto a todos los comunicadores, artistas, poetas, músicos, bailarinas, deportistas, pintores, dirigentes sociales, audiovisualistas, fotógrafos, técnicos, saltimbanquis, rockeros, punkis, hippies, performistas, albañiles, carpinteros, oficinistas, dueñas de casa, panaderos, buscadores de ciudades en el aire, descubridores de mundos subterráneos, pájaros nocturnos, bohemios crónicos, químicos, científicos, brujos, escaladores, jóvenes, viejos, chicos, guatones, flacos, pelaos, minas ricas y a las no tanto, a que se unan a este proyecto que recién parte. Todo está prácticamente en el cascarón. El financiamiento para echar a andar la cuestión técnica, no está (por ahora). Pero sí hay ideas, imaginación y por sobre todo harta audacia. Lo demás viene por añadidura.

La Asamblea Popular Cortijana, entidad que administra el Anfiteatro Cortijano (ver:
http://www.anficortijano.blogspot.com/ ), nos ha cedido parte de este espacio como centro de operaciones.

Este proyecto es absolutamente viable, si en él participan actores sociales absolutamente comprometidos.

Esperamos vuestro contacto.

Atentamente

Santiago Nor TV
Canal 3